El jueves 30 fue un día histórico de lucha. Todos los niveles, todos los establecimientos y todxs lxs trabajadorxs, graduadxs, estudiantes y el pueblo en su conjunto salió en unidad a la calle para defender la educación y, principalmente, la universidad pública.
La jornada maratónica empezó el día anterior, donde compartimos con estudiantes la vigilia previa a la marcha. Allí expresamos en la Asamblea nuestra preocupación por el ajuste que sufre nuestra universidad y nuestra problemática como trabajadorxs del PAS, compartimos música y poesía, y nos preparamos para la larga jornada del día siguiente.
El día amaneció amenazador, horas después el diluvio que se desató y el panorama de un país bajo la incertidumbre de un dólar que no paraba de subir no detendría a la marea humana que inundaba las calles del centro porteño.
Desde muy temprano a la mañana dos de nuestras delegadas fueron invitadas a la Universidad Nacional de Lanús, donde participaron del programa especial que la radio de la Universidad estaba haciendo a propósito de la Marcha Federal Universitaria. Para escuchar:https://radiocut.fm/…/educacion-victima-de-gobiernos-neol…/…
Más tarde, ya en el Consejo Directivo Nacional, participamos de la reunión nacional de ATE universidades, donde compartimos las diferentes realidades, conquistas y conflictos de nuestras universidades con compañerxs que venían de una decena de universidades del país. Manifestamos nuestro repudio hacia el miserable «aumento» y su ratificación en medio de las lucha, junto con la firme creencia de que la burocracia entreguista de la FATUN no debe negociar nuestra paritaria y que se hace imprescindible y urgente el ingreso de ATE a la paritaria nacional. En miras a eso, la reunión terminó con la conformación de una mesa de coordinación nacional.
A su vez, y tal como habíamos acordado en Asamblea Interclaustro, nos preparamos para partir con el resto de la comunidad hacia el punto de encuentro en Capital. Junto a una gran cantidad de compañerxs, docentes, estudiantes, graduadxs, vecinxs, amigxs que se sumaron y compañerxs de ATE armamos una gran columna de la Universidad Nacional de Quilmes, que se sumó a las decenas de universidades que se hicieron presentes desde diferentes puntos del país, y formamos parte del palco que recibió desde el escenario a esa gran marea humana que gritaba que la educación del pueblo no se vende, se defiende.
A pesar de la lluvia, el viento y el frío, la marcha fue multitudinaria. La voluntad de pelear por nuestros derechos y la educación del pueblo está más latente que nunca. Elegimos todos los días pelear en unidad y seguir ese camino. Porque la educación es un derecho, no un privilegio.