“Honorable juez, mi defensa es su propia acusación, mis pretendidos crímenes son su historia. Puede sentenciarme, pero al menos que se sepa que en el estado de Illinois ocho hombres fueron sentenciados por no perder la fe en el último triunfo de la libertad y la justicia”.
Corría el 4 de mayo de 1886 y Hessois August Spies pronunciaba estas palabras a modo de alegato antes de ser ejecutado junto a otros siete militantes. Tenía 31 años, era inmigrante alemán, luchador, trabajador y anarquista. Un juicio impregnado de parcialidad puso un dramático final a su vida luego de la Revuelta del Haymarket Square (Chicago) que se había iniciado el 1º de mayo anterior en reclamo de jornada de ocho horas, contra el maltrato y el abuso patronal, por mejores condiciones laborales, de higiene y salubridad.
Aquel 1° de mayo no fue un día más. Cada año, desde entonces, el 1° de mayo no es un día más. Han pasado más de 130 años, y cada año desde entonces el comienzo de mayo es una oportunidad para recordar los triunfos que hemos alcanzado con la lucha y juntar fuerzas para seguir peleando por lo que nos han quitado (brutales represiones mediante, como la masacre de plaza Lorea ocurrida el 1ro de mayo de 1909) permitiéndonos pensar que llegará finalmente el día en que el hombre no sea lobo del hombre.
Bien sabemos que nuestra historia como trabajadorxs está llena de victorias y derrotas, de compañerxs caídxs, de compañerxs levantadxs en el clamor popular, de violencia sobre lxs nuestrxs y también de definiciones cruciales. La historia nos empuja una y otra vez a definir de qué lado vamos a estar.
Viene bien recordar que este año con motivo del Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia elegimos homenajear a Raymundo Gleyzer y proyectar en el marco de la 10° Mateada su film Los Traidores. La elección no fue antojadiza. Esta película que justamente habla de un dirigente sindical que es cooptado por los intereses de la patronal, devenido en corrupto, fiel representante de la burocracia sindical que nada tiene que ver con las necesidades de su clase nos trae al presente porque los traidores no son solo cosa del pasado. En este momento tan difícil para lxs laburantes en nuestro país se vuelve urgente luchar juntxs y en unidad ante la diversidad, unir nuestras voces para gritar contra el ajuste y generar espacios de participación donde tomemos las riendas de nuestras decisiones y no sean unxs pocxs quienes decidan por todxs.
En este punto es donde hoy nos interesa hacer mayor hincapié. Creemos que hay que debatir fuertemente que tipo de organización necesitamos y habilitar espacios para la discusión y la toma de decisiones.
Las últimas semanas han dejado esta urgencia al desnudo una, vez más, para lxs trabajadorxs de las Universidades Nacionales. Una paritaria cerrada a la baja que ataca a nuestros bolsillos, de manera vergonzosa y a puertas cerradas, sin ningún llamado a pelear por nuestros derechos de parte de la FATUN y con la llave de acceso firmada cual si fuera una invitación a que el Ministerio de Modernización (mejor conocido como Ministerio de Despidos) venga a hacer auditorías a
nuestros puestos de trabajo. Somos lxs trabajadorxs quienes hacemos posible día a día el desarrollo de la educación universitaria pública. Un ataque a nuestro trabajo es un ataque al derecho de nuestro pueblo, eso lo tenemos presente.
Hoy como siempre pero más que nunca, reafirmamos nuestro compromiso de pararnos del lado de la lucha, de la defensa de nuestros derechos, de la democracia sindical y la solidaridad de clase. Ese es nuestro humilde homenaje a las y los que dejaron la vida buscando un mundo mejor, donde primen la libertad y la justicia.
Porque nuestro día no es un día más:
¡Salud y lucha!
¡Unidad y Solidaridad de lxs trabajadorxs!
¡Ni un trabajador/a menos, ni un despido más!
¡Brindemos por la unidad!
Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador (proverbio africano, popularizado por el gran Eduardo Galeano)
